La dinamometría o los también denominados test de fuerza isométrica máxima se utilizan para objetivar los valores de fuerza de diferentes grupos musculares, tanto de las extremidades inferiores como de las superiores. Diversos estudios han demostrado que es un método fiable, efectivo y seguro para la medición de la fuerza muscular. El objetivo de dichos test es medir el pico de fuerza máximo en una situación estática, por lo que no esta clasificado como un test de fuerza funcional. Este tipo de mediciones son de gran utilidad para poder objetivar posibles asimetrías, déficits de fuerza o desequilibrios neuromusculares o musculoesqueléticos. Cabe destacar que las asimetrías y/o los desequilibrios musculares, se pueden relacionar directamente con un mayor riesgo de lesión muscular, tendinosa /o articular.
En Invisible Training, a raíz de nuestra amplia experiencia en el sector de la fisioterapia y la readaptación deportiva, damos una gran importancia y utilidad a este tipo de mediciones con el objetivo de monitorizar las lesiones y tener datos objetivos de la valoración inicial de los pacientes, pasando por el proceso de rehabilitación de diferentes lesiones o patologías, hasta el retorno al deporte. Estas valoraciones nos permiten establecer objetivos para cada caso, proporcionar un tratamiento específico e individualizado, y avanzar de forma segura y eficaz en el proceso de rehabilitación y readaptación.
En las lesiones articulares o musculares que cursan con dolor e inflamación, se puede producir una inhibición muscular, como mecanismo de protección del sistema nervioso central, que inhabilita los músculos agonistas que dan movilidad a una articulación, conllevando a déficits de fuerza y atrofia muscular.
En el proceso de rehabilitación es determinante recuperar los valores de fuerza previos al lesional, y en el caso de no tenerlos registrados, alcanzar valores de fuerza simétricos al de la extremidad contralateral. Es de gran importancia recuperar los valores de fuerza, puesto que cada vez, es mayor la evidencia que uno de los factores determinantes en la recuperación de las lesiones es alcanzar una buena estabilidad a nivel muscular. Cuando hay un desequilibrio o un déficit se pone de manifiesto una gran vulnerabilidad de la articulación o del músculo implicado, aumentando el riesgo lesivo de dicha estructura.
Sensor de fuerza Chrono Jump Boscosystem
En Invisible Training, para medir la fuerza isométrica máxima de diferentes grupos musculares, utilizamos un sensor de fuerza de Chronojump Boscosystem. Mediante la presión que se ejerce sobre el sensor, nos indica la fuerza aplicada, pudiendo visualizar a través de una gráfica la fuerza máxima isométrica en tiempo real. Al paciente se le explica que realizará una contracción isométrica máxima de aproximadamente 5 segundos. Se iniciará la contracción de forma progresiva, y una vez alcance el pico de fuerza máximo que pueda generar, deberá mantener esa intensidad durante 3-4s. Se realizan 3 mediciones por grupo muscular, y nos quedamos con el valor más alto de dichas. Es importante protocolizar al máximo el procedimiento y seguir siempre el mismo criterio de la recogida de datos para el posterior análisis. Cabe destacar que en el ámbito de la investigación, hay estudios donde se descarta el valor mas bajo y el más alto registrado.
A continuación, os presentamos los casos de dos deportistas que acudieron a Invisible Training para llevar a cabo el proceso de rehabilitación, tras sufrir dos lesiones consideradas de larga duración, teniendo en cuenta el pronóstico.
En ambos casos, los test de fuerza isométrica fueron determinantes durante el proceso de rehabilitación. La dinamometría nos aportó datos objetivos que nos permitieron saber el nivel de fuerza en este caso de los cuádriceps e isquiosurales, para poder introducir nuevos objetivos y progresar de forma eficaz en el tratamiento.
El primer caso, es Pol Muñoz, jugador de futbol del Sant Cugat Futbol Club (Sub-23) que en el transcurso de la temporada anterior sufrió una ruptura miotendinosa del tendón común del bíceps femoral y el semitendinoso de la pierna izquierda.
Teniendo en cuenta el tejido involucrado, el pronóstico de la lesión fue de 10 a 12 semanas.
En este caso, con el objetivo de disponer de una contracción muscular máxima en situación de seguridad y confort del paciente, se realizó la medición a las 9 semanas de tratamiento. Al no disponer de valores basales, es decir previos a la lesión, las mediciones nos permitieron comparar el nivel de fuerza de los isquiosurales de la pierna izquierda, la afecta, con la contralateral. Los valores obtenidos se reflejan en la Tabla 1.
Tabla 1 Test de fuerza isométrico de Pol Muñoz
| Extremidad inferior derecha | Extremidad inferior izquierda (afectada) |
Isquiosurales | ||
1ª medición | 174,30 | 176,78 |
2ª medición | 163,87 | 172,70 |
3ª medición | 165,63 | 173,19 |
Cuádriceps | ||
1ª medición | 432,97 | 408,69 |
2ª medición | 408,15 | 438,95 |
3ª medición | 412,08 | 437,02 |
Tal y como muestra la tabla 1, los valores de fuerza eran prácticamente simétricos entre los isquiosurales y cuádriceps de ambas piernas. Al tratarse de una lesión de los isquiosurales de la extremidad inferior izquierda y poder objetivar valores prácticamente simétricos entre los principales grupos musculares, estos fueron determinantes para poder introducir nuevos objetivos e incorporar trabajo de campo como son los circuitos de fuerza de desplazamiento.
Se considera que la simetría entre grupos musculares se encuentra en parámetros inferiores al 10 % de diferencia. Algunos autores incluso describen la simetría en valores inferiores al 8 %. Por lo tanto, tal y como muestran los valores obtenidos, se pudieron aplicar de forma segura y eficaz contenidos y tareas finales en el proceso de readaptación al deporte, y volver al mismo con las máximas garantías.
El segundo caso, se trata de Carla Rodríguez, jugadora de rugby e integrante del sénior femenino del Club de Rugby Sant Cugat de la División de Honor (Liga Iberdrola).
La temporada pasada sufrió una ruptura total del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) de la rodilla izquierda.
La Tabla 2, nos muestra los valores de fuerza de los cuádriceps y los isquiosurales de las extremidades inferiores de la paciente. La primera medición se realizó a los 5 meses posteriores a la intervención quirúrgica y el segundo a los 9 meses post intervención.
Tabla 2 Test de fuerza isométrico de Carla Rodríguez
| Extremidad inferior derecha | Extremidad inferior izquierda (afecta) |
5 meses post-IQ | ||
Isquiosurales | 191,33 | 205,48 |
Cuádriceps | 395,94 | 306,06 |
9 meses post-IQ | ||
Isquiosurales | 233,20 | 232,95 |
Cuádriceps | 568 | 554 |
Los datos de la tabla muestran los valores de fuerza de los isquiosurales y los cuádriceps de las 2 valoraciones, realizadas a los 5 y 9 meses posteriores a la intervención quirúrgica. Los valores de las dos mediciones, nos permitieron ver la progresión y el aumento de la fuerza en el transcurso de 4 meses de tratamiento.
El test realizado a los nueve meses nos permitió visualizar parámetros prácticamente simétricos entre grupos musculares de ambas extremidades inferiores y un incremento significativo de los valores de fuerza de cuádriceps e isquiosurales, generando una mayor estabilidad activa de la rodilla.
Estos resultados nos permitieron encarar la fase final del proceso de readaptación previo al retorno al deporte, introduciendo a las tareas de fuerza de desplazamiento, acciones de mayor intensidad, acciones específicas del deporte como son los placajes y la toma de decisión.
Para terminar, queremos destacar que es importante tener en cuenta que estos test de fuerza más analíticos vienen acompañados de test funcionales, de resistencia y de video-análisis, para determinar el retorno al deporte.