En un post anterior, explicábamos los diferentes tipos de lesiones en escalada : traumáticas o por sobreúso. Además en concreto os hablábamos sobre las lesiones de polea. En este nuevo post de nuestro blog te explicaremos otras lesiones que se pueden producir practicando este deporte
Lesiones que se pueden producir en escalada
Tenosinovitis de los flexores
Cabe destacar que son la lesión por sobreuso más habitual en escaladores. Deberemos realizar un buen diagnóstico diferencial con respecto a la patología anteriormente nombrada. Además de la historia clínica, encontraremos signos específicos en la ecografía, debido al líquido que suele aparecer en torno al tendón.
El tratamiento consistirá en reposo, hielo y cremas locales, ferulaje de descarga si fuera necesario y, en caso de no funcionar esto, una inyección de corticoesteroideos. Debemos tener en cuenta que esta lesión suele ser muy persistente, por lo que es importante manejar la expectativa de vuelta a la pared en nuestros pacientes.
Debemos prestar especial atención a esta lesión en la escalada deportiva y en practicantes en roca caliza (debido al tipo de agarre). El trabajo de fuerza con los dedos en extensión (excéntricos, trabajo de fuerza desde posición excéntrica) y el manejo de las cargas serán claves para corregir las causas más habituales de esta lesión.
Capsulitis o problemáticas a nivel de los ligamentos colaterales.
Otra lesión típica en escaladores es la capsulitis o las problemáticas a nivel de los ligamentos colaterales. Tanto la cápsula como los ligamentos son estructuras que confieren estabilidad a la articulación. Pueden verse afectadas tanto en extensión como en flexión. Debemos recordar también la placa volar, estructura que limita la hiperextensión de los dedos y que puede verse igualmente afectada, además de guardar relación con los haces accesorios del ligamento colateral. Ésta última tiende a lesionarse de forma traumática, normalmente por hiperextensiones forzadas al sacar el dedo de algún agarre en agujeros.
Las lesiones de estas estructuras deben acompañarse casi siempre de una Rx, para descartar posibles fracturas óseas. Podemos encontrarnos además lesiones a nivel del cartílago articular, con la generación de osteoartritis posterior, y algunas veces con la presencia de pequeños espolones óseos que pueden generar dolor o limitación de la movilidad. El tratamiento con corticoides suele ser necesario en estos casos, así como ejercicios con gomas o pelotas de foam de baja intensidad, y a veces la cirugía es necesaria si el tratamiento conservador no es suficiente.
Si la lesión afecta al ligamento colateral, debemos tener en cuenta su anatomía, la cual se divide en dos haces principales. Los haces del ligamento colateral propio se verán más afectados en posición de flexión del dedo (agarres en arqueo), mientras que los del accesorio en extensión. Es importante remarcar que estos haces se insertan en la placa volar, por lo que una lesión en los mismos puede comprometer la estabilidad en flexo-extensión. Las lesiones más típicas de este ligamento suelen darse por golpes laterales en el dedo durante un dinámico o por empujes laterales con extensión del dedo.
El vendaje en X es el más utilizado para tratar este tipo de lesiones. Normalmente, se realiza con una flexión de unos 45º del dedo, para evitar posibles afectaciones de la placa volar. En cuanto a la terapia activa, al tratarse de estructuras ligamentosas, debemos destacar los ejercicios de baja intensidad y larga duración, con el fin de ser lo más específicos posibles sobre el tipo de cargas que soportan.

Lesión de la musculatura lumbrical
Por otro lado, debemos hablar de una lesión que muchas veces es mal diagnosticada o confundida con otras entidades, y que es muy típica dentro de este deporte: la lesión de la musculatura lumbrical. Esta musculatura se caracteriza por ser muy variable, naciendo de los tendones flexores de los dedos y encontrando su inserción en distintos puntos según la persona. Los más comunes son la placa volar de la metacarpofalángica, la falange proximal, o en el propio aparato extensor de dedos. Los que más se suelen lesionar son los del 3er y 4º dedo, y esto es debido a su anatomía y a un suceso que ocurre en ciertos agarres llamado “efecto cuádriga”. Estos músculos tienden a tener dos vientres musculares. Durante el agarre con estos dedos extendidos, y el resto flexionados de forma activa (porque la presa es pequeña, por ejemplo), se produce un aumento de hasta el 50% sobre esta estructura, y los tendones flexores producen además un deslizamiento que pone en tensión los lumbricales, provocando la lesión de los mismos.
La lesión es identificable debido a la historia clínica y por la aparición de un signo muy específico. Al pedir una flexión del dedo afectado con el resto flexionados de forma activa reproduciremos el dolor pero, al extender todos y pedir la misma fuerza, el dolor desaparecerá o disminuirá notablemente.
Podemos encontrar, mediante un diagnóstico por ecografía o RM, 3 grados de esta lesión.
- Grado 1: Microtraumatismo del músculo.
- Grado 2: Disrupción muscular con o sin tenosinovitis flexora.
- Grado 3: Disrupción con afectación del origen en el tendón flexor.
Para tratar este tipo de lesiones es recomendable comenzar cuanto antes sea posible a reproducir el estiramiento al que fue sometido el tejido, pero con un control de la carga por nuestra parte. Utilizaremos la conocida como “posición intrínseca menor” (flexión dorsal de muñeca, extensión metacarpofalángica y dedos en flexión interfalángica) de base y, cuando no aparezca dolor en esta, comenzaremos a estimular el efecto cuádriga de forma progresiva. Podremos usar ejercicios isométricos en fases tempranas en estas posiciones.
Otras lesiones
Además, durante la escalada se pueden utilizar vendajes en sindactilia para evitar que el dedo ejerza fuerza en la posición lesiva de forma aislada. En lesiones de grado 3 se suelen utilizar férulas de inmovilización de forma temporal. Las cargas tempranas en semi-arqueo suelen ser posibles, salvo en afectaciones graves. Además, podremos comenzar aplicando carga con los dedos adyacentes en extensión y de ahí introducir progresivamente el efecto cuádriga.
Podremos encontrar lesiones a nivel de muñeca, codo, hombro y otras muchas estructuras. Estas lesiones se tratan igual que en otros casos, si bien se recomienda, tanto de cara a la valoración como al tratamiento, tener en cuenta el tipo de carga del deporte y, por lo tanto, orientar ambos de cara a las necesidades particulares de la escalada.
Hemos querido compartir con vosotros las diferentes lesiones en escalada que se pueden producir practicandola, si sufrís alguna de ellas, os recomendamos contactar y visitar nuestro centro. Nuestros fisioterapeutas os ayudaran con el tratamiento de dichas lesiones