Lesiones de tendones flexores de los dedos. Parte 1

manos de hombre abiertas recuperándose de lesion

Las lesiones de tendones flexores de la mano ocupan una gran parte de la literatura de esta estructura, especialmente en cuanto a las opciones quirúrgicas. Aún hay cierta controversia sobre las mejores técnicas de tratamiento de esta lesión y son, junto con los procesos de rehabilitación, objeto de mucha discusión y estudio. Y es que a pesar de la gran abundancia de estudios relevantes en cuanto a técnicas quirúrgicas, la rehabilitación es la que está demostrando ser el factor vital a la hora de mejorar los resultados en la reparación del tendón.

Además, podemos encontrar también lesiones en las que el tendón flexor no se ve dañado a nivel estructural, pero si el sistema de poleas que permite su correcta función.

     

    Anatomía de los tendones flexores de la mano

    Anatómicamente hablando, este sistema se compone fundamentalmente por dos tendones por dedo, siendo estos el flexor superficial del dedo (FSD) y flexor profundo del dedo (FPD). En la palma, el FSD es superficial en relación al FPD, y a la altura de la articulación metacarpofalángica el FSD se divide en dos fascículos permitiendo al FPD el paso entre ambos y haciéndose superficial.

    A esta estructura hay que sumarle una capa fibrosa que rodea el tendón desde el cuello del metacarpo hasta la base de la falange distal. Esta capa se engrosa en zonas determinadas dando lugar a las denominadas poleas flexoras. Estas poleas son clasificadas en anulares y cruzadas (debido a su forma), y nombradas de A1 a A5 para las anulares y de C1 a C3 para las cruzadas. Su función es impedir que el tendón se despegue del dedo durante la flexión y mejorar la eficiencia del mismo, al cambiar la fuerza generada por el musculo y redirigiéndola en las falanges.

    En el pulgar se describen, tradicionalmente, tres poleas anulares, siendo la última oblicua (es realmente una extensión de la aponeurosis del aductor del 1er dedo).

    En cuanto al conjunto flexor de dedos, se describen cinco zonas en la mano:

       

        • Zona I: Distal a la inserción del tendón flexor superficial del dedo. Sólo el FPD se encuentra aquí.

        • Zona II: Proximal a la zona I, y limitada por la polea A1. Contiene al FPD y al FSD dentro de los limites de la vaina del tendón.

        • Zona III: Desde la polea A1 hasta el límite distal del retináculo flexor. Los músculos lumbricales surgen desde el tendón del FPD en esta zona.

        • Zona IV: Dentro del túnel del carpo, bajo el retináculo flexor. Todos los tendones flexores y el nervio mediano son próximos aquí.

        • Zona V: Proximal al retináculo flexor. Esto incluye la zona muscular del antebrazo.

      En este dibujo podemos visualizar mejor las diferentes zonas de la mano en las que afecta la lesión.

       

       

      Curación y diagnostico de la lesión del tendón flexor en la mano

      La superficial de deslizamiento del tendón es el aspecto más importante a tener en cuenta en cuanto a la curación. El coeficiente de fricción normal del tendón flexor debería ser similar al del cartílago articular. Los tendones poseen un mecanismo de curación intrínseco y extrínseco, llevados a cabo por los tenocitos y fibroblastos respectivamente. En el aspecto clínico, ambos ocurren de forma simultánea. La movilización temprana ha demostrado reducir las adherencias y mejorar la calidad de la curación al facilitar los mecanismos intrínsecos y suprimiendo los extrínsecos.

      En cuanto al diagnóstico de esta lesión, es principalmente clínico. La lesión de cualquiera de los tendones flexores causa que el dedo correspondiente no siga al resto de forma coordinada en la flexión y asuma una posición de extensión relativa. En extensión pasiva de muñeca se puede comprobar además una falta de respuesta al efecto tenodesis (por el cual los dedos se flexionarían de forma involuntaria). Este test es muy útil en pacientes inconscientes o poco colaborativos. Las lesiones parciales también deben ser consideradas y valoradas de forma específica. En estos casos, uno de los principales signos será dolor a la flexión resistida. Además, debido a que los nervios digitales viajan próximos al tendón, es necesario valorar la capacidad sensitiva del paciente si sospechamos de lesión en los tendones flexores.

      Cualquier cambio en el tamaño del tendón flexor debido a la lesión, a un edema, o al propio tejido cicatrizal del tendón puede producir un impedimento en un adecuado deslizamiento, especialmente en la zona II, donde las poleas hacen el paso más compacto. A nivel quirúrgico, este tipo de reparaciones tienden a dar este ligero aumento de volumen, y muchas veces se procede a realizar una escisión o “ventana” en las poleas para aumentar la superficie de deslizamiento. En este sentido, se tratan de preservar las poleas A2 y A4, debido a que son las más importantes a nivel funcional. Aun así, hasta un 25% de la A2, hasta un 75% de la A4, o un 25% de cada una de ellas puede ser sometido a esta técnica sin cambios significativos en cuanto a la rotación angular a la que el tendón somete al dedo (Tomaino et al. )

      La fisioterapia y la medicina deportiva en el tratamiento de las lesiones

      En cuanto al tratamiento de las lesiones de los tendones flexores de la mano, la fisioterapia y la medicina deportiva pueden desempeñar un papel fundamental. La rehabilitación temprana y el uso de técnicas de movilización suave, pueden ayudar a prevenir adherencias y mejorar la calidad de la curación. Además, es importante realizar un diagnóstico preciso para identificar cualquier lesión parcial o afectación de los nervios digitales. En casos de reparación quirúrgica, se pueden utilizar técnicas de escisión o «ventana» en las poleas flexoras para mejorar el deslizamiento del tendón, siempre preservando las poleas más importantes a nivel funcional. En cualquier caso, es fundamental un enfoque individualizado y un seguimiento cuidadoso para lograr una recuperación óptima que en Invisible Training podemos proporcionarte. Si sufres este tipo de lesiones, pide cita y evaluaremos tu caso en nuestro centro de fisioterapia en Sant Cugat del Valles, para ofrecerte la mejor solución.

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