En nuestro anterior articulo sobre las lesiones en los tendones flexores de los dedos, habíamos comenzado a explicar diferentes aspecto. Con esta segunda parte, queremos continua profundizando en ello.
Se ha de asegurar el correcto movimiento pasivo del tendón y su deslizamiento, procediendo a realizar una intervención quirúrgica si el tendón se bloqueara a su paso por alguna de las poleas.
A nivel de tratamiento posterior a la cirugía, se establecen 3 periodos orientativos durante los cuales iremos trabajando con el fin de lograr una funcionalidad completa:
- Fase I: Es el periodo de protección del tendón, durante el cual la fuerza tensil del mismo es más débil. Suele abarcar las 3-4 primeras semanas.
- Fase II: Durante esta fase se produce el remodelado del tendón y buscamos aumentar el estrés al que sometemos dicho tendón ya sea mediante la movilización activa del mismo o eliminando la férula. Suele darse entre las semanas 4-6
- Fase III: Durante esta fase, la cual se plantea normalmente entre las semanas 6-8, comenzaremos con las tareas de fortalecimiento muscular y se permitirán actividades de la vida diaria, buscando someter al tendón a un mayor estrés activo.
En cuanto a los protocolos post-quirúrgicos, se suelen agrupar entre aquellos que defienden la inmovilización total durante la fase I, los protocolos de movilización pasiva temprana (e.j. Protocolo Kleinert, protocolo Duran Houser, protocolo Washington), donde la movilización pasiva se practica a partir de los 48 horas posteriores a la cirugía; y los protocolos de movilización activa temprana (como por ejemplo los protocolos Gratton, Strickland, Allen…), los cuales pueden ser utilizados sólo en caso de reparaciones más potentes (técnicas de 4 o 6 hilos intra-tendón).
En 2013 Starr et al. hicieron una revisión de los dos últimos (movilización pasiva vs activa temprana), hallando como resultado que los pacientes sometidos a movilización pasiva temprana (1598 casos) tuvieron un 4% de rupturas (57 dedos) y un 9% (149 dedos) sufrieron limitaciones en el rango de movilidad. Mientras tanto, aquellos pacientes sometidos a movilización activa temprana (1412 tendones) tuvieron un 5% de rupturas (75 dedos) y un 6% (80 dedos) tuvieron problemas de restricción en el rango de movimiento. Es remarcable el hecho de que los datos de ruptura de tendón post-cirugía son más altos cuanto más se alejan en el tiempo los estudios analizados, lo cual se atribuye a las nuevas técnicas y materiales utilizados en las cirugías. Esto sugiere que los protocolos de movilización activa podrían tener más éxito, ya que el riesgo de ruptura se ha vuelto muy bajo con el desarrollo de la cirugía.
Tratamiento post agudo
- Durante las 2 primeras semanas nos centraremos en el control de la inflamación, y en el control del ROM (no permitir deformidad en flexión). Trabajaremos la movilidad en extensión de forma pasiva o asistida, y tendremos que trabajar también la flexión de forma pasiva. Serán interesantes los vendajes con COBAN durante los periodos sin tratamiento, y el uso de ortesis de anillo en la polea para mantener la biomecánica y evitar la acumulación de líquido y la fibrosis derivada bajo el tendón.
- Semanas 2-5: Comenzaremos con los isométricos en extensión, ya que “pegan el tendon al hueso” y contraen fibras antagonistas. Es recomendable usar apoyo de un dedo sano para evitar exceso de tension en el aparato extensor. Posteriormente, podemos añadir trabajo excéntrico si el dolor y la evolución lo permiten. A nivel de trabajo flexor, Podemos incluir isométricos en agarre amplio (balón duro, unos 36 N vs los hasta 200 del agarre cerrado).
- 6-8 semanas: Con la ayuda de sindactilias podremos empezar a introducer cargas progresivas en suspension y agarre amplio, pasando primero de un 20%- 50% de peso corporal a más, e introduciendo poco a poco el más cerrado hasta llegar al agarre en arqueo, volviendo a trabajar cada vez desde un 20% del peso.
- 9-? Semanas: Progresión de cargas activas hasta nivel de exigencia. Debemos tener en cuenta que, según el caso, el uso de anillo se puede prolongar hasta los 6 meses si la imagen muestra separación entre tendon y hueso o cualquier otro daño estructural que propicie su uso
Tratamiento post-crónico (bloqueos en flexion de meses/años)
- 4 semanas: Comenzaremos igualmente con el control de la inflamación y edema, y nuestra mayor preocupación será RECUPERAR MOVILIDAD (deslizamiento+osteocinemática). Usaremos vendajes rígidos en los periodos sin tratamiento para mantener el estímulo extensor lo máximo posible (cuidado con bordes, uñas y heridas en nudillos si hay mucha flexion) Estos vendajes van SIN TENSIÓN, unas dos veces por semana para que vayan hacienda efecto. A veces puede ser necesaria la manipulación osteopática.
- 4-8 semanas: Vendaje en anillo y banana nocturna, o férulas dinámicas progresivas (Capner).
- 9-? Semanas: Debemos tener en cuenta que los casos crónicos suelen tardar muchísimo tiempo en recuperar una morfología normal una vez presentan deformidad en flexion. El empleo de férulas o vendajes hacia la extension puede prolongarse entre uno y varios años dependiendo del caso. En cuanto al tratamiento, se debe priorizar los ejercicios de fuerza en palanca corta. Esto irá derivando en ejercicios que comprendan cada vez más partes de la cadena muscular y de los movimientos deseados. En cuanto a la movilidad activa, es conveniente tartar no solo la zona afectada sino toda la estructura tendinoso.
Cómo ya hemos comentado cn cuanto al tratamiento de las lesiones de los tendones flexores de la mano, la fisioterapia y la medicina deportiva pueden desempeñar un papel fundamental. No lo dudes y solicita ya tu cita en nuestro, para comenzar con la recuperación de tus tendones flexores.