Cuando sufrimos una lesión, el proceso de rehabilitación consiste, en primer lugar, en una valoración de la persona de forma holística y después de la estructura lesionada.
Generalmente en fases iniciales los objetivos son controlar el dolor, la inflamación y fijar objetivos a corto medio y largo plazo juntamente con el paciente, siempre respetando cada fase biológica de la lesión.
A partir de esta valoración se pauta un tratamiento personalizado con el objetivo de recuperar la estructura, su rango de movimiento y fuerza entre otros.
Cabe destacar que cada lesión y, por lo tanto, cada rehabilitación es única y se adapta individualmente a cada persona contexto y situación.